Mi carrera musical ha sido muy larga. Más de 10 años en la industria. He hecho de todo, desde trabajar con artistas y publicar álbumes instrumentales hasta trabajar con grandes empresas de tecnología musical.
A lo largo de este viaje he aprendido mucho sobre el sector. También he visto muchos cambios. Estas son las 5 lecciones clave que he aprendido y que son muy útiles para el loco mundo de la música de hoy en día.
1. Deja de apresurar el proceso creativo
En el mundo actual es muy fácil caer en la trampa de las prisas. Vivimos en un mundo acelerado. Constantemente nos bombardean con distracciones.
Como resultado, casi todas las industrias (especialmente la música) han adoptado este proceso de primar la cantidad sobre la calidad.
Todo el mundo quiere hacer spam y lanzar múltiples temas, múltiples productos, múltiples piezas de contenido constantemente. Y no es culpa nuestra. Con las redes sociales y el enorme acceso a los recursos, todo el mundo espera más por menos.
Pero la verdad es que, en un mundo lleno de cantidad, la calidad es lo que realmente destaca. La calidad es lo que dura toda la vida.
Hacer un tema de calidad puede cambiar tu vida rápidamente, frente a quemarte para impulsar más y más proyectos a medio hacer.
Desde muy pronto adquirí el hábito de apresurar la música y tratar de satisfacer la demanda de cantidad. Recuerdo mi primera vez en un gran estudio de Los Ángeles. Tuve la oportunidad de trabajar con un gran artista. Antes de que llegara el artista, vino su manager.
Primero me dijo "envíame 20-30 ritmos que pueda revisar para los artistas". Yo estaba con otros productores y todos enviaron grandes cantidades de ritmos. El director se conectaba a los altavoces y ojeaba todos los ritmos. Sólo escuchaba los primeros 3-10 segundos antes de saltárselos.
Lo que noté es que el ritmo que eligió de mi lote fue un ritmo que me tomó tiempo hacer. Un ritmo que hice cuando estaba muy inspirado y creativo. Fue uno de los pocos ritmos que llegó a los artistas de entre los cientos que envié.
Esto demuestra que tomarse tiempo, inspirarse y ser creativo desde un lugar de inspiración frente a un lugar de velocidad te llevará más lejos hacia tus objetivos que las prisas.
2. A nadie le importa cómo hiciste tu ritmo
Desde hace años existe un debate entre los productores. La mitad de los productores dice que utilizar muestras es hacer trampas. La otra mitad dice que no lo es.
La verdad es que a nadie le importa. A los artistas no les importa si tu ritmo es sólo un puñado de loops pegados. A tus amigos les da igual lo que hayas utilizado para crear el ritmo que les ha impresionado.
Lo único que importa es que hagas buena música. Música con la que la gente pueda conectar. Eso es todo.
Así que, si usar samples te ayuda, hazlo. Si el uso de herramientas mejora tu música, hazlo. Al fin y al cabo, a la gente que se convierte en tus fans no le importa cómo la has hecho. Y punto.
3. Tus ritmos llaman la atención, pero tu personalidad gana oportunidades
Una cosa que no se tiene en cuenta a la hora de crear ritmos es que los productores piensan que lo único que importa es tener buenos ritmos.
La verdad es que, si quieres trabajar con artistas, tus ritmos no son lo único que importa. También es importante ser simpático y agradable.
Nadie quiere relacionarse con un tipo distante, frío o que actúa con frialdad.
Por ello, debes dedicar parte de tu tiempo a mejorar tus habilidades comunicativas. Sobre todo si quieres trabajar con otros artistas o productores.
Cuando se trata de producir para otros, el 80% son comunicaciones y el 20% son ritmos. El que se relaciona y se mantiene en contacto con la gente tendrá más oportunidades que el que se sienta en casa a hacer ritmos todo el día.
4. No te obsesiones con el resultado
Muchos productores piensan en el resultado antes de crear. Esto está relacionado con el concepto de cantidad por encima de calidad. A menudo los productores se sientan y dicen "si hago este tipo de ritmo conseguiré más visitas, dinero, etc.". Pero no puedes predecir cómo reaccionará la gente.
En lugar de eso, debes crear desde la inspiración y la creatividad. No desde un lugar de resultados. Porque cuando creas con inspiración, la gente suele sentirla y gravitar más hacia ella que hacia algo que has hecho con la esperanza de conseguir algo transaccional.
5. Tu productor favorito solía "chupar" y pensar demasiado
Nadie empieza siendo genial. Los productores a los que admiras hacían ritmos duros, dudaban de sí mismos constantemente y se pensaban cada movimiento.
La diferencia es que ellos siguieron adelante. La habilidad viene de superar esa etapa complicada y seguir creando incluso cuando no se siente lo suficientemente bien. Recuerda: lo que ahora te parece "un asco" no es más que el proceso de mejora.
Conclusión
Después de más de 10 años en la industria, estos son consejos clave que ojalá hubiera sabido antes. Hacer música es un proceso creativo. Debería ser divertido, emocionante y gratificante. Espero que estos consejos te ayuden a llegar a ese punto y evitar que la música se convierta en algo horrible.


